León Esquer

El Zumbido que se Apaga en el Sureste Mexicano

En el sureste de México, las abejas mueren masivamente por agrotóxicos. Esto amenaza la biodiversidad, la producción de alimentos y la economía. Es vital regular el uso de pesticidas, frenar la deforestación y adoptar prácticas agrícolas que protejan a estos polinizadores esenciales.

En la Península de Yucatán se está observando un fenómeno preocupante: la muerte masiva y recurrente de abejas. Comunidades Mayas y especialistas señalan que la causa principal es el uso indiscriminado de agrotóxicos, o plaguicidas, en la agroindustria. Estas sustancias no solo son letales para las abejas, sino que también contaminan el agua y el aire, poniendo en riesgo la salud de seres humanos y de un sinfín de especies.

La intoxicación por insecticidas ha afectado a cientos de colmenas, generando pérdidas económicas millonarias y la pérdida de empleos rurales. El problema es tan grave que las comunidades locales, cuya economía y cultura han estado ligadas a la apicultura por generaciones, ven su modo de vida amenazado.

No podemos hablar de este problema sin mencionar la deforestación. Entre 2019 y 2023, la Península de Yucatán perdió más de 285,000 hectáreas de selvas. Esta tasa de destrucción, impulsada principalmente por la agricultura extensiva, la ganadería y megaproyectos de infraestructura, es alarmantemente superior a la media nacional.

México, un País de Abejas

Para entender la magnitud del problema, es importante saber que México es un verdadero santuario para las abejas. Se estima que en el país habitan cerca de 2,100 especies, lo que representa aproximadamente el 10% de todas las especies conocidas en el mundo. Esta increíble diversidad incluye desde la conocida abeja melífera europea (Apis mellifera) hasta cientos de especies nativas, como las abejas sin aguijón (Meliponas), cuyo cultivo es una práctica ancestral en la región Maya.

¿Por Qué Son Vitales las Abejas?

La importancia de las abejas para los ecosistemas y para nuestra propia supervivencia es inmensa. Son los polinizadores más eficientes y abundantes. La polinización, ese proceso de transferir polen de las partes masculinas a las femeninas de una flor, es fundamental para la reproducción de las plantas.

Para ponerlo en perspectiva:

Sin las abejas, la producción de frutas, verduras y semillas disminuiría drásticamente, lo que tendría consecuencias ecológicas y económicas en cascada. El valor de los cultivos que dependen de los polinizadores en México se estima en miles de millones de pesos anuales.

El Doble Filo de la Agricultura Moderna

La expansión de los monocultivos, como la soya, a menudo implica un uso intensivo de pesticidas para proteger las cosechas y maximizar la producción. Plaguicidas como el fipronil y los neonicotinoides son señalados como altamente tóxicos para las abejas. Estos insecticidas sistémicos son absorbidos por la planta y se expresan en el polen y el néctar, afectando el sistema nervioso de los insectos, causándoles desorientación, parálisis y la muerte.

Este modelo de agricultura, sumado a la deforestación para ganar terrenos de siembra, crea un escenario devastador para los polinizadores, que pierden tanto su hábitat como sus fuentes de alimento.

Hacia un Futuro Sostenible: Regulación y Conciencia

Es evidente que se necesita una intervención decidida por parte de las instituciones gubernamentales. Aunque en México existen esfuerzos como la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de los Polinizadores (ENCUSP), y recientemente se ha avanzado en la prohibición de algunos plaguicidas peligrosos como el glifosato, el camino por recorrer es largo. Es crucial que la regulación sobre el uso de agrotóxicos sea más estricta y se vigile su cumplimiento, especialmente en regiones de alta biodiversidad como el sureste.

En este sentido, podemos mirar ejemplos internacionales. La Unión Europea ha prohibido el uso al aire libre de tres de los principales neonicotinoides, tras confirmar los riesgos que suponen para las abejas. Si bien esta no es una solución única a un problema complejo, representa un paso importante.

A nivel local, ya existen iniciativas valiosas. La Alianza Maya por las Abejas Kaabnalo'on trabaja en la construcción de una Ley Apícola para Yucatán, buscando que las abejas sean consideradas sujetos de derecho. También surgen proyectos privados y de fundaciones que promueven la apicultura sostenible y la protección de las abejas nativas en la península.

Como sociedad, es fundamental que tomemos conciencia del papel insustituible que juegan las abejas en la seguridad alimentaria y en el mantenimiento de la biodiversidad. Protegerlas requiere de una acción colectiva: regulaciones más fuertes, una transición hacia prácticas agrícolas sostenibles que no dependan de químicos dañinos y una valoración real de su función vital. Al cuidar a las abejas, México no solo protege su patrimonio natural y su economía, sino que asegura las cosechas del futuro para las próximas generaciones.

Más acerca del tema:

El País, BBC News Mundo, ENCUSP - Gobierno de México